Si alguna vez has soñado con un escape digno de leyenda, La gran evasión (1963) es tu película. Basada en una historia real que supera cualquier ficción, esta cinta nos lleva al corazón de un campo de prisioneros de la Alemania nazi, donde la imaginación, el valor y el trabajo en equipo se combinan para desafiar lo imposible.
Con un reparto tan legendario como el plan que narran, y una banda sonora que querrás tararear incluso bajo tortura, La gran evasión es ese clásico que todo amante del cine debe ver… y volver a ver.
Ficha técnica de La gran evasión (1963)
Datos | Información |
---|---|
Título original | The Great Escape |
Título en Hispanoamérica | El gran escape |
Género | Drama, Aventuras, Bélica |
Director | John Sturges |
Reparto principal | Steve McQueen, James Garner, Charles Bronson, Richard Attenborough, James Coburn, Donald Pleasence |
Compositor | Elmer Bernstein |
Guion | James Clavell, W.R. Burnett (basado en el libro de Paul Brickhill) |
Fecha de estreno EE.UU. | 4 de julio de 1963 |
Fecha de estreno España | 12 de noviembre de 1963 |
Estudios/productora | United Artists, The Mirisch Company |
Duración | 172 minutos |
Presupuesto | Aproximadamente 4 millones de dólares |
Recaudación mundial | Más de 11,7 millones de dólares |
Datos de producción
La gran evasión, o El gran escape como se estrenó en Hispanoamérica, está basada en los hechos ocurridos en el campo de prisioneros Stalag Luft III, ubicado en la Polonia ocupada. Este campo albergaba oficiales y suboficiales de las fuerzas aéreas aliadas occidentales, pese a vivir en mejores condiciones que otros prisioneros de guerra, los reclusos no renunciaban a su instinto de fuga.
La historia real habla de la excavación de tres túngeles, nombre en código: Tom, Dick y Harry, ideados para liberar a unos 250 hombres. Finalmente, solo 76 lograron escapar el 24 de marzo de 1944.
El rodaje fue casi tan complicado como la huida: Steve McQueen, gran aficionado a las motocicletas, insistió en realizar él mismo las escenas de acción… y acabó improvisándolas sobre la marcha (literalmente). La secuencia de la moto es hoy uno de los momentos más icónicos del cine.
Cada actor tenía un rol definido: Steve McQueen como el especialista en fugas y rebelde nato, James Garner como «el proveedor», Richard Attenborough como el cerebro de la operación, Charles Bronson como el ingeniero de los túngeles con fobia a los espacios cerrados (en una ironía de guión), y James Coburn como el experto en mecánica.
La banda sonora de Elmer Bernstein añade un ritmo marcial y emotivo que aún hoy sigue siendo la BSO no oficial de cualquier intento de escapada, desde fiestas aburridas hasta cenas familiares interminables.
Sinopsis sin spoilers


Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes crean el campo de prisioneros más seguro imaginable, convencidos de que sus reclusos -oficiales expertos en escapismo- no podrán fugarse.
Con un plan maestro que involucra túneles, documentos falsos y una coreografía de relojería suiza, un grupo de prisioneros pone en marcha una de las fugas más ambiciosas de la historia militar. Pero el plan es solo el principio de la aventura…
Crítica de La gran evasión 1963

La gran evasión es mucho más que una película de fugas; es un ensayo sobre la resistencia humana disfrazado de película de aventuras. Y ahí radica gran parte de su genio.
John Sturges dirige con una maestría casi quirúrgica una historia que se mueve del humor ligero al drama más desgarrador con una naturalidad pasmosa. El primer acto coquetea con la comedia militar: bromas, planes imposibles, un «corre que te pillo» constante en los túneles. Pero cuando la fuga se pone en marcha, el tono cambia: de repente estamos ante un thriller agónico donde cada decisión es una cuestión de vida o muerte. Pocas películas han manejado un cambio de registro tan elegante sin perder el alma en el intento.
La fotografía de Daniel L. Fapp saca partido tanto de la amplitud del paisaje como de la claustrofobia de los túneles, mientras la música de Elmer Bernstein no solo acompaña: marca el compás emocional de toda la película. Su tema principal no es solo una melodía pegadiza; es el latido de una libertad soñada.
El reparto coral es otra de las joyas de esta obra. McQueen, Garner, Attenborough, Bronson, Coburn… Todos brillan, pero ninguno eclipsa al resto. Una proeza de dirección de actores que hace que cada personaje importe, que cada pérdida duela. Aquí no hay estrellas, hay compañeros.
Y hablando de estrellas: Steve McQueen no solo actúa, sino que cincela su leyenda a base de saltos imposibles y miradas de acero. Su personaje es la quintaesencia del aventurero «cool»: rebelde, hábil, carismático. A partir de La gran evasión, McQueen dejó de ser un actor para convertirse en un icono cultural.
Pero La gran evasión no se limita a contar una huida física: es una metáfora luminosa sobre la resistencia moral, sobre no dejarse quebrar por el sistema, aunque te encierren tras alambradas. Es un grito de dignidad vestido de película de aventuras.
Además, redefinió el cine bélico: alejado de las grandes batallas y de la épica militar clásica, Sturges centra su historia en la astucia, la perseverancia y la solidaridad. Aquí los héroes no llevan medallas: llevan tierra en las uñas y esperanza en los bolsillos.
Recepción crítica 1963
En su estreno, La gran evasión recibió elogios unánimes. The New York Times la calificó como «una de las películas más emocionantes y humanas de guerra jamás realizadas».
La prensa destacó especialmente la actuación de Steve McQueen, que, contra todo pronóstico, se llevó las mejores críticas por su carisma lacónico.
Recepción del público y taquilla
Con un presupuesto modesto, La gran evasión se convirtió en un éxito comercial, recaudando casi el triple de su coste. En Reino Unido fue especialmente popular, reforzando su estatus de «clásico para toda la familia» (curioso, teniendo en cuenta que no es precisamente un cuento infantil).
Con el tiempo, la película ha alcanzado el estatus de obra de culto, siendo referencia obligada para cualquier película posterior de fugas y aventuras.
Curiosidades sobre La gran evasión
- Influencia cultural general: la imagen de Steve McQueen saltando alambradas en motocicleta se convirtió en uno de los iconos visuales del cine del siglo XX, referencia en anuncios, series y videoclips de los 80, 90 y 2000. La escena de la moto fue idea de McQueen, que incluso realizó él mismo muchos de los saltos, aunque en el más peligroso fue reemplazado por su amigo y especialista Bud Ekins.
- La moto que Steve McQueen conduce en La gran evasión es una Triumph TR6 Trophy, aunque modificada para parecer una moto militar alemana de la Segunda Guerra Mundial. En realidad, las Triumph no se usaban en el ejército alemán, pero fue una licencia estética por preferencia personal de Steve McQueen, que quería usar una máquina que conociera perfectamente y que pudiera manejar de forma espectacular, además era mucho más potente, maniobrable y fiable para hacer las acrobacias. La película consolidó a Triumph como la marca mítica.

- El campo de concentración «Stalag Luft III» existió realmente en lo que hoy es Żelazno, Polonia. Si eres amante de la película puedes ir a visitar y conocer las localizaciones y dónde vivían los prisioneros de la historia real.
- De los 76 fugados reales, solo 3 lograron escapar definitivamente, de los cuáles la mayoría fueron fusilados. Tras la captura, Hitler ordenó ejecutar a todos los recapturados, pero sus asesores lograron «convencerle» de «solo» fusilar a 50 dado que el final de la guerra era inminente y para evitar represalias posteriores.
- La famosa música de Bernstein ha sido usada en innumerables anuncios, desfiles y eventos deportivos, y el mismo se basó en las rítmicas marchas militares que creó para acompañar la banda sonora de El pelotón chiflado (1981) dirigida por Ivan Reitman.
- Aunque Evasión o victoria (1981) tiene un tono más deportivo y, por momentos, más «ligero» (gracias al fútbol y a la estrella Pelé), su ADN es profundamente deudor de La gran evasión. De hecho, muchos críticos la describen como “La gran evasión con botas de fútbol”. John Huston se inspira en la puesta en escena de Sturges: planos amplios para mostrar los obstáculos físicos, montaje paralelo para generar tensión en la fuga, y una banda sonora heroica (de Bill Conti) que busca un efecto similar al de Elmer Bernstein
Personajes históricos reales en La gran evasión
Detrás de cada túnel excavado en La gran evasión, hay una historia real aún más épica que el mejor guion. Estos son los verdaderos héroes que inspiraron a los personajes de la película:

Friedrich Wilhelm von Lindeiner → Coronel von Luger (Hannes Messemer)
El comandante real del Stalag Luft III, un oficial prusiano clásico que, aunque vestía uniforme nazi, nunca abrazó la ideología y respetó a sus prisioneros como soldados.

Roger Bushell → Squadron Leader Bartlett “Big X” (Richard Attenborough)
El cerebro auténtico detrás de la Gran Evasión. Piloto británico, abogado en la vida civil y experto en escapismo. Frío, calculador y absolutamente determinado a avergonzar al Tercer Reich.

Wally Floody → Consultor técnico y figura inspiradora del personaje de túnel (Charles Bronson)
Oficial canadiense, ingeniero de túneles en la vida real. Ayudó en la construcción de Tom, Dick y Harry, y colaboró como asesor directo en el rodaje. Sufría de claustrofobia real… como el personaje de Bronson.

Johnny Dodge → Robert Hendley, “el proveedor” (James Garner)
Un prisionero estadounidense-británico conocido por su increíble capacidad para conseguir material imposible dentro del campo, desde ropa hasta documentos falsificados.
Influencias en películas posteriores
Además de inspirar directamente películas sobre fugas como Papillon (1973) o Fuga de Alcatraz (1979), La gran evasión dejó una huella profunda en el imaginario del cine de aventuras y de camaradería.
- En películas de fuga: El gran rescate (2005) de John Dahl y Rescate al amanecer (2006) de Werner Herzog toman elementos de su estructura narrativa y su enfoque en la resiliencia de grupo frente a la adversidad.
- En cine bélico contemporáneo: Dunkerque (2017) de Christopher Nolan bebe claramente del mismo tratamiento del suspense acumulativo y de la construcción coral de personajes, donde el heroísmo surge más de la perseverancia que del espectáculo.
- En animación: Chicken Run: Evasión en la granja (2000) de Nick Park y Peter Lord es un homenaje directo. Hasta su tagline publicitario fue: “De los creadores de Wallace & Gromit… y con más fugas que La gran evasión”. Los directores reconocieron que replicaron incluso la estructura narrativa: un plan de escape colectivo, obstáculos crecientes, y un clímax vertiginoso.
- En películas de camaradería y atracos: la saga Ocean’s Eleven (especialmente la versión de 2001 de Steven Soderbergh) hereda la idea de un equipo de especialistas perfectamente coordinado para un objetivo imposible, con un tono de aventura ligera que debe mucho a la primera parte de La gran evasión.
Premios y nominaciones
Organismo (año) | Categoría | Resultado |
---|---|---|
Oscar (1964) | Mejor Montaje | Nominación |
Golden Globes (1964) | Mejor Película Drama | Nominación |
Laurel Awards (1964) | Mejor Actuación Masculina (Steve McQueen) | Ganador |
Enlaces de interés
- «La gran evasión», una fuga de cine. Artículo de National Geographic. Leer artículo
- Reportaje sobre el salto en moto. Artículo de Revista Supporter. Leer artículo
- Historia real de la fuga contada por Eldebate.com. Leer artículo
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