James Coburn biografía


¿Quién era James Coburn?

DatosInformación
Nombre completoJames Harrison Coburn III
Fecha de nacimiento31 de agosto de 1928
Lugar de nacimientoLaurel, Nebraska, Estados Unidos
Fecha de fallecimiento18 de noviembre de 2002 (74 años)
Lugar de fallecimientoBeverly Hills, California, Estados Unidos
ProfesiónActor, productor ocasional
Años activo1957–2002
Altura1,88 m
Premios destacadosOscar al Mejor Actor de Reparto (1999 – Affliction)
FormaciónUniversidad del Sur de California (USC)

Biografía Extensa

De Nebraska al acero inoxidable: los orígenes de James Coburn

James Coburn era un chaval flacucho y larguirucho nacido el 31 de agosto de 1928 en Laurel, Nebraska. Sí, Nebraska. Ese lugar donde el viento parece tener más personalidad que la mayoría de los humanos y donde no hay mucho más que hacer que soñar con escapar de las rutinas y los dramas familiares. Y eso hizo.

Coburn creció durante los años oscuros de la Gran Depresión, en un entorno donde el dinero escaseaba. Su padre, James Harrison Coburn Sr., regentaba una pequeña tienda de repuestos de automóviles, que mantuvo como pudo en marcha mientras el país entero crujía. 

Su madre, Mylet Johnson, se enfrentó a la pérdida de un hijo pequeño —el hermano de James falleció siendo niño— y a los constantes altibajos económicos.  En ese contexto, James encontró evasión en los tebeos de aventuras, los seriales radiofónicos y las películas de matiné que se proyectaban en el cine local. Le fascinaban los héroes valientes y los mundos lejanos. En un lugar donde todo era plano, la ficción le ofrecía curvas, misterios y caminos que sí valía la pena recorrer.

Tras graduarse en el instituto, y en plena efervescencia del conflicto de Corea, James Coburn se alistó en el Ejército de los Estados Unidos, como muchos jóvenes de su generación. Pero lo suyo no fue trincheras ni combates cuerpo a cuerpo: fue destinado a Alemania, donde trabajó como locutor y operador de radio en una estación militar. En lugar de empuñar un rifle, Coburn pasaba los días modulando la voz frente a un micrófono, leyendo noticias, entreteniendo a las tropas y transmitiendo partes informativos. Aquel puesto, fue su primera escuela de dicción, ritmo y proyección.

Al volver a Estados Unidos, decidió probar suerte en la interpretación. Se matriculó primero en el Los Angeles City College, donde empezó a empaparse de técnica actoral y teatro clásico. Pero fue en la Universidad del Sur de California (USC) donde su vocación empezó a tomar forma con más claridad: allí no solo pulió su voz y su presencia, también coincidió con otros jóvenes aspirantes a estrella, como Robert Vaughn —con quien años después compartiría pantalla en Los siete magníficos.

Estudió con Jeff Corey, el profesor de media Hollywood como Jack Nicholson o Barbra Streisand, y más tarde con la propia Stella Adler, gurú del arte dramático que había enseñado a Marlon Brando. Fue en esas aulas donde conoció a un tal Steve McQueen, otro tipo rebelde con el que acabaría compartiendo motos, películas y una complicidad que traspasaba la pantalla. 

Sus primeros pasos en la interpretación fueron en el teatro de California, y posteriormente dio el salto a la televisión. En 1958, Coburn apareció en un episodio de Alfred Hitchcock Presents, titulado “The Jokester”, interpretando a un agente de policía que investiga una misteriosa desaparición. Fue su primera aparición destacada en televisión nacional, bajo la dirección del mismísimo maestro del suspense, en una serie que era casi una cantera de talentos para el cine. 

Un año después, en 1959, participó en Perry Mason, uno de los dramas legales más seguidos del momento. En el episodio “The Case of the Envious Editor” y se paseó también por Bonanza —la serie más vista de la televisión estadounidense en 1961—, donde apareció en el episodio “The Ape”. 

Carrera como Actor de cine

A esas alturas, Coburn ya se había convertido en un rostro reconocible para millones de espectadores de televisión, y el salto al cine era cuestión de tiempo. Su debut en la gran pantalla lo hizo algo antes en 1959 con Cabalgar en solitario, un western dirigido por Budd Boetticher, donde interpretaba a Whit, un forajido de pocas palabras que se unía a la comitiva del imperturbable Randolph Scott. Fue un papel secundario pero ya llamó la atención de John Sturges para su próxima película. 

Solo un año después, le incluyó en el reparto de Los siete magníficos (1960), Coburn consiguió el papel de Britt, el experto en cuchillos del grupo, desenfundaba más rápido que un revolver. Con apenas unas líneas de diálogo, se convirtió en uno de los personajes más memorables de la película. 

Los siete magníficos, fue una de sus primeras películas con repartos corales, allí estaban Yul Brynner, Steve McQueen, Charles Bronson y Robert Vaughn, dejando uno de los clásicos más recordados de la historia y con una banda sonora de Elmer Bernstein nominada al Óscar que hoy es todavía sinónimo de western. 

Durante los primeros años de los 60, James Coburn continuó haciendo algo de televisión, participó en Yo fui criminal (I Led 3 Lives), una serie inspirada en la paranoia anticomunista de la Guerra Fría y en Rey de diamantes (King of Diamonds) y en El show de Dick Powell (The Dick Powell Show), dos antologías donde trabajó con directores de cine como Blake Edwards o Robert Altman.

En 1962 trabajó en Comando (Hell Is for Heroes), una película bélica dirigida por Don Siegel donde volvía a compartir pantalla con Steve McQueen, además de Bob Newhart y Bobby Darin. En ella interpretó a Cpl. Henshaw, un soldado encargado de construir y reparar el equipo técnico durante una misión suicida en la Segunda Guerra Mundial, aunque su papel era secundario. 

Un año más tarde Coburn tuvo un papel destacado en La dimensión desconocida (The Twilight Zone), en el episodio “El viejo de la cueva” (The Old Man in the Cave) pero su gran proyecto de 1963 fue de nuevo en el cine con una película que lo volvía a reunir con John Sturges y varios viejos conocidos: La gran evasión (The Great Escape – El gran escape).

Coburn interpreta a Louis Sedgwick, apodado “El Fabricante”, un prisionero de guerra australiano especializado en conseguir herramientas. Aunque compartía cartel con pesos pesados como Steve McQueen, James Garner, Charles Bronson y Richard Attenborough, Coburn se las apañó para dejar su marca con ese acento australiano (sí, él mismo lo trabajó), sus escenas de humor seco y su escapada final en bicicleta por la campiña francesa hacia España. La gran evasión fue un éxito de taquilla y crítica, y consagró a Coburn como parte esencial del cine coral de los 60.

James Coburn Charada escena

Ese mismo año, y como si no bastara con una sola película mítica, tuvo también un papel en Charada (Charade), el sofisticado thriller romántico protagonizado por Audrey Hepburn y Cary Grant. Coburn interpretó a Tex Panthollow, uno de los exsoldados que persiguen a la protagonista por un botín desaparecido tras la guerra. Aunque su rol era secundario la película dirigida por Stanley Donen, se convirtió con el tiempo en una joya del género y otro punto brillante en el currículum de Coburn.

Mayor Dundee 1965

Tras consolidarse como secundario de lujo, Coburn empezó a ocupar papeles con más peso y complejidad, especialmente en el terreno que dominaba como nadie: el western y el cine de acción con aroma político. En 1965 participó en Mayor Dundee, dirigida por Sam Peckinpah, donde interpretaba a Ben Tyreen, un oficial confederado encarcelado que se une a regañadientes a la causa del norte. Aunque la película fue un caos en producción y montaje, su interpretación quedó como una de las más recordadas de la cinta.

Pero el salto real al estrellato llegó por una vía inesperada: la parodia. En 1966, protagonizó Flint, agente secreto (Our Man Flint), una versión psicodélica, irónica y descarada de James Bond, que fue un exitazo en taquilla. El personaje de Derek Flint, una especie de espía renacentista que lo mismo hacía artes marciales que hablaba con delfines, convirtió a Coburn en ídolo pop durante un par de años. El éxito fue tal que repitió en 1967 con F de Flint (In Like Flint), más delirante aún, aunque algo menos redonda. En ambas películas, consiguió algo que hasta ahora le había costado, se consagró como protagonista.

Tras el fenómeno Flint, Coburn evitó seguir explotando el mismo personaje y se embarcó en proyectos más experimentales y, en algunos casos, directamente raros. Ninguno tuvo el impacto comercial de sus aventuras como espía: 

  • Candy (1968)
    Película de Christian Marquand — Comedia satírica con reparto coral. Coburn interpreta a un cirujano histriónico.
  • Antes amar… después matar (Hard Contract, 1969)
    Dirigida por S. Lee Pogostin — Thriller psicológico donde interpreta a un asesino profesional en plena crisis.
  • The Last of the Mobile Hot Shots (1970)
    De Sidney Lumet — Drama basado en Tennessee Williams, con guion de Gore Vidal. Coburn fue coprotagonista junto a Lynn Redgrave.

Años 70: western crepuscular, guerras y puñetazos de autor

Los años 70 consolidaron a James Coburn como actor maduro y presencia imponente, volvío al Western, pero en esta ocasión al Spaghetti para trabajar en  Agáchate, maldito (Duck, You Sucker!, 1971), una producción de Sergio Leone donde compartía protagonismo con Rod Steiger en plena Revolución Mexicana. La película fue, durante años, la menos valorada de Leone, eclipsada por El bueno, el feo y el malo o Hasta que llegó su hora, pero hoy con la retrospectiva, ha ganado seguidores.

En 1973, volvió a colaborar con Sam Peckinpah en Pat Garrett y Billy The Kid, esta vez como el propio Pat Garrett, en uno de los westerns más melancólicos y simbólicos del cine americano. Su interpretación era seca, resignada y llena de peso histórico. Junto a Kris Kristofferson como Billy y Bob Dylan de fondo (en música y personaje), la película se convirtió en un clásico del ocaso del western.

En 1975, cambió el sombrero por los nudillos con El luchador (Hard Times), dirigida por un debutante Walter Hill. Coburn interpretaba a Speed, el buscavidas que representa a un luchador callejero encarnado por Charles Bronson. Su dúo funcionaba como un reloj: Coburn, rápido de palabra y afilado como navaja; Bronson, puro músculo y silencio

Ese mismo año, participó en Muerde la bala (Bite the Bullet), un western dirigido por Richard Brooks, junto a Gene Hackman y Candice Bergen, sobre una carrera de resistencia a caballo en el desierto y un año más tarde, se unió al reparto de La batalla de Midway (Midway 1976), una superproducción bélica con Charlton Heston, Henry Fonda y Glenn Ford, en la que interpretaba a un comandante de aviación durante la Segunda Guerra Mundial. Todo muy solemne, con John Williams en la banda sonora y explosiones cada diez minutos.

Uno de sus últimos trabajos en los 70 fue por todo lo alto, La cruz de hierro (Cross of Iron, 1977), su tercera colaboración con Peckinpah, y una de las películas más duras sobre la Segunda Guerra Mundial jamás rodadas. Coburn interpreta al sargento Steiner, un soldado alemán desencantado, leal a sus hombres pero no al sistema, atrapado entre oficiales cobardes y un frente que devora a todos. Su actuación, seca, potente, brutal, fue alabada especialmente en Europa, y la película se convirtió en una obra de culto en Alemania y el Reino Unido, aunque pasó más desapercibida en EE.UU.

Años 80: bajo perfil y más televisión

Los años 80 no fueron precisamente su década dorada. James Coburn redujo notablemente su presencia en la gran pantalla, y aunque no desapareció del todo, su carrera se movió más en televisión, telefilms y papeles secundarios. Las grandes superproducciones ya no llamaban a su puerta como antes, pero él tampoco parecía muy interesado en perseguirlas.

En 1980, protagonizó Jugadores de ventaja (The Baltimore Bullet) junto a Omar Sharif, en un duelo entre estafadores y maestros del billar que sabía más a vodevil que a clásico. No pasó a la historia, pero ver a Coburn y Sharif vacilándose a ritmo de taco y bola tiene su encanto. Un año después, en 1981, apareció en Alto riesgo (High Risk), una cinta de aventuras con Anthony Quinn como narco latinoamericano y Coburn como mercenario de moral dudosa. Curiosamente, era la primera vez que compartían pantalla, pese a ser dos de los rostros más reconocibles del cine duro de los 60 y 70.

Años 90: entre cameos de lujo y un Oscar inesperado

En los años 90, James Coburn volvió a estar en el mapa, aunque de nuevo como el secundario que todos querían en su reparto. Tras su papel autoparódico en Hudson Hawk, el halcón está suelto en México y El Gran Halcón en España (1991), donde ejercía de villano elegante en una comedia de acción desatada junto a Bruce Willis, fue encadenando apariciones en películas taquilleras y de culto, sin perder el aplomo que lo había definido desde los 60.

En 1992, Robert Altman lo fichó para El juego de Hollywood (The Player), una sátira despiadada del mundo del cine donde Coburn aparecía haciendo de sí mismo en un reparto coral lleno de estrellas como Tim Robbins, Jack Lemmon, Julia Roberts y el propio Bruce Willis. Solo unos minutos en pantalla… pero imposible no reparar en él.

En 1994, volvió al western desde la comedia con Maverick, junto a Mel Gibson y Jodie Foster, donde interpretaba al banquero que maneja los hilos en una partida de póker que huele a estafa desde la primera mano. La película de Richard Donner tuvo un moderado éxito en taquilla, y Coburn volvía a estar en la agenda de muchos directores. 

Por eso en 1996, tuvo papel doble, trabajó con Eddie Murphy en El profesor chiflado (The Nutty Professor), donde tenía un pequeño papel como decano universitario y volviendo a empuñar armas (esta vez más tecnológicas) en Eraser, un thriller de acción con Arnold Schwarzenegger, donde hacía de villano corporativo sin escrúpulos.

James Coburn Oscar por actor de reparto

Todo parecía indicar que Coburn se iba a quedar en la categoría de “leyenda simpática que aparece por ahí”… hasta que llegó Paul Schrader con Affliction (1997), y todo cambió.

 Guionista de Taxi Driver y director incómodo donde los haya Paul Schrader lo llamó para un papel secundario en su drama rural y sofocante protagonizado por Nick Nolte. Coburn, que llevaba años alejado de papeles realmente potentes, interpretó al padre alcohólico, violento y emocionalmente devastador del personaje principal. Una figura oscura, heredera del patriarcado podrido, la culpa y la rabia.

Y ahí, sin artificio, Coburn entregó una de las interpretaciones más crudas y demoledoras de su carrera. El resultado: Oscar al Mejor Actor de Reparto en 1999. A los 70 años. Después de décadas de trabajo, de cuchillos lanzados en silencio, de westerns polvorientos y espías extravagantes. Lo ganó por ser, al fin, lo contrario a lo que había sido siempre: un hombre roto.

Últimos años: voz de leyenda y adiós con estilo

Tras ganar el Oscar por Affliction, James Coburn no buscó relanzar su carrera ni volver al primer plano. Ya había dicho lo que tenía que decir. Pero aún así, siguió trabajando con la misma elegancia tranquila de siempre, en papeles más pequeños, pero igual de medidos.

En los años 2000, apareció en cintas como Servicio de compañía (The Man from Elysian Fields 2001), junto a Andy García y Mick Jagger, y en American Gun (2002).

Pero si hay una aparición que toda una nueva generación recuerda con cariño, es la de Henry J. Waternoose III, el jefe de la fábrica en Monstruos S.A. (2001). Con solo su voz —esa voz de lija y humo que parecía grabada en un vinilo antiguo—, construyó a un personaje carismático, paternal… y finalmente inquietante. Fue su último gran trabajo popular, y no pudo haber sido más simbólico: Coburn se despidió de millones de niños y adultos sin enseñar la cara, pero dejando una huella reconocible al instante.

Vida personal: artes marciales, matrimonios y amistades de leyenda

Foto de archivo de James Coburn años 70

Lejos de los focos, James Coburn llevaba una vida sencilla y alejada de los titulares. Se casó dos veces: su primer matrimonio fue con Beverly Kelly (1959-1979) y con quien tuvo dos hijos, entre ellos James H. Coburn IV, productor de cine, aunque sin una carrera especialmente conocida de cara al público. En 1993 se casó con Paula Murad, su pareja hasta el final de sus días.

Era un apasionado del misticismo oriental, la cultura japonesa y las artes marciales al igual que su amigo Steve McQueen. De hecho, Coburn y McQueen entrenaban juntos y compartían más pasiones, las motos, los coches y pasar de las normas de Hollywood

Sufrió una artritis reumatoide muy agresiva que le dejó casi incapacitado durante años —llegó a decir que no podía ni peinarse ni afeitarse—, pero gracias a terapias alternativas de enzimas de tiburón y al entrenamiento físico logró volver a trabajar en los 90.

Gracias a ello tuvo una última etapa en el cine con gran éxito y notoriedad a pesar de ser un veterano. Nunca fue de hablar demasiado de su vida privada. Se refugiaba en aficiones sencillas como el billar o fumar un buen puro largo y estar con sus amigos, como Andy García, con el que entabló una corta amistad tras su rodaje juntos en 2001.  

Pero el reloj ya no daba para muchas frases más. James Coburn falleció el 18 de noviembre de 2002, a los 74 años, víctima de un infarto en su casa de Beverly Hills. Murió tranquilo, según contaron sus allegados, viendo la televisión con su mujer. 

Sin fuegos artificiales y sin despedidas dramáticas. Tras un funeral íntimo fue incinerado, y sus cenizas fueron esparcidas en el Océano Pacífico, cumpliendo su deseo de descansar en libertad, sin monumentos ni mausoleos.

Curiosidades y anécdotas de James Coburn

James Coburn con Bruce Lee

En los años 60 y 70, fue considerado uno de los hombres mejor vestidos de Hollywood, sin hacer mucho esfuerzo. Su estilo: trajes ajustados, gafas de sol oscuras, y una sonrisa ladeada. Si Steve McQueen era el «King of Cool», Coburn era el «Príncipe del Desdén Elegante».

Fue alumno directo de Bruce Lee, quien le enseñó no solo técnicas de combate, sino también filosofía de vida. Coburn lo definía como “el tipo más centrado que he conocido”. Entrenaban en su jardín.

  • Admirador de Kurosawa: tenía una colección privada de películas en 16 mm y le encantaban los clásicos japoneses, especialmente Kurosawa, sobre el que habló en el documental de 2001 Kurosawa: Un documental sobre la vida del maestro, decía a menudo que le hubiera encantado rodar un western en Japón.
  • Rechazó ser El rubio del spaghetti western: Estuvo entre los actores considerados para protagonizar Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari, 1964), la primera entrega de la famosa trilogía del dólar de Sergio Leone. Coburn rechazó el papel porque el sueldo era demasiado bajo. Leone estaba trabajando con un presupuesto ajustadísimo, y ofrecía una cantidad simbólica, así que lo rechazó, al igual que su amigo Charles Bronson, pero en Filmnookset no nos arrepentimos de esa decisión, creemos que es sitio estaba reservado para Clint Eastwood.
  • Modelo de dibujantes de comic: Su físico —alto, delgado, anguloso, — sirvió como inspiración para personajes de cómic en los años 60 y 70. Jim Steranko, autor de Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D., reconoció que usaba fotos de Coburn como referencia visual. También se le ha asociado visualmente con el Dr. Strange, en sus primeras apariciones.
  • Patrimonio neto de James Coburn cuando murió: Según Celebrity Net Worth, The Richest, y otros portales financieros, los éxitos de sus últimos años más su austera vida, dejaron un patrimonio de aproximadamente 10 millones de dólares.
  • ¿Son parientes Lee Marvin y James Coburn?: Existe un parecido razonable entre los dos, pero no, no eran familiares, aunque muchos lo han creído. Ambos eran altos, delgados, con rostros angulosos, mandíbula marcada y expresión dura y Se especializaron en papeles de tipos implacables, pero  nunca llegaron a compartir protagonismo en una película. Los estudios solían elegir a uno o a otro para papeles similares, si no estaba Marvin, estaba Coburn… y viceversa.

Enlaces de interés

Prime Vídeo tiene un documental sobre su vida, Discovering James Coburn: Ir a Prime Víde

Películas de James Coburn: Filmografía

Título en EspañolTítulo originalAño de estreno
Cabalgar en solitarioRide Lonesome1959
Los siete magníficosThe Magnificent Seven1960
Comando Hell Is for Heroes1962
La gran evasión (El gran escape)The Great Escape1963
CharadaCharade1963
Mayor DundeeMajor Dundee1965
Flint, agente secretoOur Man Flint1966
F de FlintIn Like Flint1967
CandyCandy1968
Antes amar… después matarHard Contract1969
The Last of the Mobile Hot ShotsThe Last of the Mobile Hot Shots1970
Agáchate, malditoDuck, You Sucker!1971
Pat Garrett y Billy el NiñoPat Garrett and Billy the Kid1973
El luchadorHard Times1975
Muerde la balaBite the Bullet1975
La batalla de MidwayMidway1976
La cruz de hierroCross of Iron1977
Jugadores de ventajaThe Baltimore Bullet1980
Alto riesgoHigh Risk1981
El gran halcón Hudson Hawk1991
El juego de HollywoodThe Player1992
MaverickMaverick1994
El profesor chifladoThe Nutty Professor1996
EraserEraser1996
AflicciónAffliction1997
Servicio de compañíaThe Man from Elysian Fields2001
American GunAmerican Gun2002
Monstruos S.A.Monsters, Inc.2001

¿Por qué recordaremos a James Coburn?

Porque encarnaba la elegancia del silencio y la amenaza con media sonrisa. Le recordaremos como Britt en Los siete magníficos, lanzando cuchillos sin despeinarse; como el espía excéntrico de Flint, agente secreto; como el Pat Garrett resignado y letal; o como el padre monstruoso que le dio su merecido Oscar en Affliction. Un actor que convertía cualquier reparto que adornaba como secundario en sinónimo de lujo.

James Coburn no buscó ser leyenda, pero lo fue. Dejó una estela de personajes firmes, secos e inolvidables.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *